Muchas personas se alegrarán de que sus gimnasios locales vuelvan a abrir este fin de semana para poder retomar su rutina de ejercicios habitual. Las restricciones impuestas en los últimos meses, como consecuencia de la pandemia de Covid-19, han supuesto un estilo de vida significativamente menos activo para muchos. Por lo tanto, es importante que, en medio del entusiasmo por volver a la vida "normal", los aficionados al ejercicio sigan siendo conscientes de las estrategias de prevención de lesiones para minimizar el riesgo de posibles lesiones de hombro.
El dolor de hombro es muy común y representa más del 2% de todas las consultas al médico de cabecera. Entonces, ¿cómo reducir el riesgo de tener que acudir al médico de cabecera o al terapeuta cuando vuelvas al gimnasio?
Consejo 1
La primera táctica es calentar adecuadamente y quizás utilizar las bandas para activar los músculos y tendones del hombro, que un buen terapeuta puede demostrar cómo utilizar.
Consejo 2
En segundo lugar, tómate tu tiempo para aumentar gradualmente la resistencia a la que sometes a tu hombro. Todos nuestros tendones, ligamentos y huesos dependen de las fuerzas que se ejercen sobre ellos para mantenerse sanos. Cuando tenemos un periodo de inactividad, o cambiamos nuestro modo de actividad, nuestros tejidos necesitan acostumbrarse a las nuevas fuerzas que empezamos a ejercer sobre ellos.
Consejo 3
En tercer lugar, es una buena idea limitar la resistencia del peso, el número de repeticiones o el número de series y aumentar gradualmente cada factor en el transcurso de un par de semanas.
Siguiendo estos sencillos pasos, es casi seguro que reducirás las posibilidades de tener que acudir a un terapeuta local o de acabar en mi clínica.
